Seguramente,
es una de las situaciones que generan mayor ansiedad. Sientes que mereces un
aumento pero no sabes ¿cómo pedirlo?. ¿De qué forma hacerle el planteo a tu
jefe? ¿Qué decir?
Si
has analizado objetivamente las razones
que pueden motivar un planteo formal en tal sentido, ¡adelante!
Sabido
es, que el mercado laboral no está en su mejor momento, y que la economía sufre
una desaceleración respecto a los históricos de los últimos años, sin embargo, si
nuestras responsabilidades se han incrementado o hemos logrado objetivos
superiores a lo esperado, entonces estamos en condiciones de avanzar en esta
negociación.
Cuando
la empresa cuenta con herramientas de gestión que le permitan tener una
correcta “Descripción de Cargo” para cada colaborador, así como un sistema de
compensaciones y beneficios ordenado, que contemple tanto la equidad interna
como externa, es de suponer que cada persona recibe una justa compensación. En
estos casos, un aumento puede estar motivado por un desempeño probadamente
superior al esperado, así como al alcance de metas extraordinarias. Si esto no
sucede, es difícil suponer que la situación permitirá obtener un incremento
salarial, pues el mismo no será objetivamente fundamentado.
Como
toda negociación importante debe prepararse bien. Con este principio general
quedan descartadas algunas estrategias erróneamente utilizadas para negociar el
aumento, centradas exclusivamente en el punto de vista de la persona, por
ejemplo, fundamentar el pedido de aumento en necesidades o problemas
financieros personales, los años de trabajo o la comparación con otros
compañeros. Tampoco es un argumento sólido el hacer bien el trabajo asignado.
Un pedido de aumento presupone que hay logros excepcionales o niveles de
contribución y compromiso visiblemente por encima de lo esperado para el cargo
o responsabilidad que la persona tiene, señalan los expertos.
¿Cómo
sabemos si es el momento adecuado para solicitar un aumento?
Un
segundo principio general es conocer cómo funciona la política de aumentos de
la empresa y cuál es la situación financiera de la misma. Algunas
organizaciones tienen procesos de revisión anual del desempeño y de las
remuneraciones. Plantear un aumento fuera del período de revisión no suele ser
una buena decisión.
Contar
con información relevante sobre las remuneraciones del mercado para cargos
similares, así como lo que perciben otras personas en puestos de similar categoría
y responsabilidad dentro de la organización, son puntos de referencia básicos
para contextualizar cualquier planteo.
¿Cómo
abordar el tema y con quién?
Por
regla general siempre hay que ir primero al jefe directo, que es quien mejor
conoce nuestro desempeño. Aunque la decisión final no dependa del mismo, seguro
que será consultado. Saltear al jefe directo e ir directo a RRHH o al Gerente
General por ejemplo, no es una buena práctica a adoptar.
Por
otra parte, es importante encontrar el momento adecuado para hacer el planteo
en sì mismo. Generar una instancia formal de reunión y tener la suficiente
habilidad para detectar si el ambiente es propicio, son también elementos
fundamentales. No es una conversación que se pueda tener de modo informal en el
comedor o el pasillo, y tampoco es bueno interrumpir en un momento inapropiado.
Es mejor solicitar formalmente una reunión, y sondear si ambiente es el
adecuado para hablar de este tema tan delicado.
¿Qué
herramientas se pueden utilizar?
Argumentar
correctamente y con elementos comprobables resulta clave. Un desempeño
excepcional en un proyecto, o en los resultados logrados en el año pueden ser
buenos y objetivos argumentos para hacer la solicitud. Es fundamental que no
sea algo casual o esporádico, sino que se vea cierta recurrencia en el tiempo y
que se pueda atribuir el mérito a esa práctica, donde el colaborador supera
ampliamente las responsabilidades o funciones de su cargo actual. El otro
argumento de peso es un problema de equidad, cuando la remuneración está
sistemáticamente por debajo de lo que reciben cargos similares en la misma
empresa o en otras del mismo sector.
Tips:
Sin
duda la preparación es la clave.
Algunos
tips a tener en cuenta:
·
Elegir el momento adecuado
·
Tener claro el monto del aumento a solicitar.
·
No centrar el pedido en argumentos personales
sin considerar el interés de la empresa
·
No solicitar aumentos por encima de las
posibilidades de la empresa, -o excesivos para las políticas de remuneración de
pares dentro o fuera de la empresa-
·
Diseñar una estrategia de negociación para
buscar alternativas de acercamiento de las partes, ya sea en el tiempo, o en
otras concesiones de valor para la persona.
·
Mantener el tono amigable y la apertura a
negociar